Sobre Venezuela
Hoy, tenemos más incertidumbre que nunca. El futuro nunca fue tan borroso y sobre todo, tememos que lo peor esté por ocurrir. Algo que aprecio mucho de estos últimos días de protesta, es que tengo tiempo sin escuchar la frase: "Venezuela es una m@ˆ&*#" y espero no volverla a escuchar mas.
Una cosa es nuestra tierra (a la que nos debemos) y otra muy diferente, su política asqueante y los hombres y mujeres que la maltratan. Sí, cada noche se derrama sangre en nuestras calles. Pero de día, aves exóticas cruzan el cielo, especies que pertenecen en un zoo-museo para el resto de la población mundial, vuelan libres en cielo caraqueño, inadvertidas del caos, como en su propio paraíso. Mientras el tráfico y las noticias sacan lo peor de todos, la montaña sagrada expande su ser, inhalando y exhalando para nosotros, la sustancia vital que respiramos.
Mientras hombres oscuros despojan a nuestras instituciones de las riquezas que necesitamos para evolucionar y construir...un soñador decide estudiar derecho, se enamoran los padres de un héroe que no ha nacido, los agentes del cambio leen los libros correctos, un niño de la sinfónica recibe su primer violín, un estudiante muere defendiendo a su país.
Independientemente de lo que se avecina, sé que la sede diplomática de Irlanda en Venezuela ha recibido estos últimos meses al menos 125 solicitudes diarias, para una visa de estudiante. Sé que muchos seguirán partiendo y los entiendo. Es imposible negar que todos hemos querido irnos más de una vez…cada vez que llegamos a casa a cancelar chips y tarjetas porque nos robaron, cada vez que la imagen de las tiendas vacías nos golpea y nos asusta.
Nos rompimos poco a poco. Así como La Vida Boheme cambió el baile y la pintura de colores, esa celebración de la juventud en las plazas de nuestra adolescencia...por trajes negros, voces graves que parecen brotar del suelo y una crítica al sistema...así también hemos ido cambiando nosotros, preguntándonos ¿qué pasará ahora? y ese llanto interno y silencioso de mi generación... "¿cuándo podré dejar de vivir con mis padres?".
Para los que piensan en irse
o leen esto desde otro país
No te olvides de Venezuela. No te vayas con odio ni resentimiento hacia tu país. Vete con nostalgia y llora. Sí, llora un poco por tu tierra, por tus arboles - sabios aún, por tus montañas - que son incorruptibles, por todo lo noble y puro que coexiste en la maldad, por esos éxitos favoritos que lograste aquí, por la Venezuela de Rawayana en la playa, la de la Gran Sabana y el Catatumbo, por esos primeros amores que te partieron el alma y que hoy, te hacen un ser más fuerte y completo.
Promete algún día volver, porque este no es el país del noticiero, es el país que hemos permitido hasta ahora y es también el país al que le debes tu nacimiento, el de tus padres, tus amigos, amores, tu niñez...y todo lo que eres ahora.
Hablo de respeto, un respeto muy merecido que debes transmitirle a tus hijos.
Sobre Nuestras Rivalidades
El verdadero poder popular recae en la cultura del pueblo, en la calidad de su visión y por ende, en la calidad de sus protestas. El poder popular perfecto parte primero de una verdad básica que considero real, para este y TODOS los gobiernos del mundo: Todo gobierno no es más que un empleado y no es posible ejercer el poder popular con todo su peso, si el pueblo está dividido. El día que vea una avenida completa llena de dos colores opuestos, sin consignas políticas, sino con una causa específica y coherente en común...ese día sabré que Venezuela cambió.
Es importante salir ya del cruel juego de la rivalidad (que muy bien le conviene a algunos). Cada bando tiene un lado oscuro y cuestionable que puede mantenernos debatiendo por toda la eternidad mientras el país se derrumba y ellos se saludan riendo entre sí.
Comenzar por el respeto...
Al extremista opositor:
La próxima vez que digas "malditos chavistas" entiende que lo más maravilloso y extraño del mundo en el que vivimos, es que sí, todo es relativo y TODO está lleno de excepciones e historias inspiradoras. Entre el blanco y el negro hay demasiados grises.
Chavista, por ejemplo, es el anciano humilde que un día decidió (lleno de dudas, timidez y mucha vergüenza) armarse de valor y entrar a un salón de clases de la Misión Robinson. Lo convencieron de que nunca era tarde para aprender a escribir o sacar la primaria, el bachillerato. El no entiende mucho lo de la inflación, el control de cambio y posiblemente jamás ha visto un dólar...pero recuerda su graduación con cariño y orgullo, un éxito inesperado en una vida que ya se había dado por terminada. ¿Qué se iba a imaginar?...que un día el presidente de su país le iba a entregar un diploma en sus manos.
Si deseas que tu lucha contra la inseguridad, escasez, inflación y censura, sea lo más masiva y pura posible, es momento de dejar de insultar y discriminar a la otra mitad de la población. Sí, sabemos que hay (como en tu bando) personajes muy oscuros y peligrosos allí...pero es momento de recordar que algunos son más inocentes que tú y que para ganar unas elecciones se necesita más que una mitad...se necesita una mayoría que los incluya a ellos.
Al extremista oficialista:
Yo he salido a marchar…eso no significa que deteste las misiones, acabo de escribir sobre una. Los estudiantes no son "guarimberos", ni marchan manipulados por los líderes que detestas. Yo marché por mi cuenta, porque vivo las mismas dificultades que tú. Tantos de ellos...menores de edad, salen a la calle con la cédula en el bolsillo, armados de inocencia.
Están molestos, sí. Pero marchan por ti, porque tienen los mismos miedos que tú…miedo por el futuro, porque no pueden comprar casa propia, porque cada día faltan más alimentos y no sabemos cuantos más van a desaparecer del mercado…porque, como tú, sentimos pánico cada vez que entramos a casa de noche, porque sabemos que cualquiera puede perder la vida en las manos del hampa este fin de semana.
Algunos de ellos ya perdieron amigos y familiares, algunos no encuentran insulina para inyectarse, el tratamiento para el cáncer de un familiar…algunos ya se fueron, como Bassil…soñando por una Venezuela nueva que nunca pudo ver…la misma que también quisieran ver los viejitos de Robinson antes de irse, la misma que tú quieres.
Que ahí resida nuestra paz…en lo que todos queremos,
Yo he salido a marchar…eso no significa que deteste las misiones, acabo de escribir sobre una. Los estudiantes no son "guarimberos", ni marchan manipulados por los líderes que detestas. Yo marché por mi cuenta, porque vivo las mismas dificultades que tú. Tantos de ellos...menores de edad, salen a la calle con la cédula en el bolsillo, armados de inocencia.
Algunos de ellos ya perdieron amigos y familiares, algunos no encuentran insulina para inyectarse, el tratamiento para el cáncer de un familiar…algunos ya se fueron, como Bassil…soñando por una Venezuela nueva que nunca pudo ver…la misma que también quisieran ver los viejitos de Robinson antes de irse, la misma que tú quieres.
Que ahí resida nuestra paz…en lo que todos queremos,
en lo que tenemos en común,
en los miedos de siempre, los colegiales, los de la calle,
los que enfrentamos todos.
Si te quedas
Te presento a algunos líderes que puedes imitar fácilmente todos los días.
Dueños de las calles: artistas, recuperadores de espacios y del libre tránsito, organizan eventos para todos, toman fotos increíbles de nuestra ciudad, viviendola bonito; andan en bicicleta en el tráfico hostil porque creen que por algo se empieza, grafitean poesía.
Honestos: no pagan por ningún trámite, piden la multa legal cuando les toca lidiar con policías, hacen su trabajo con excelencia (aman lo que hacen), respetan lo ajeno, devuelven el iphone que se encuentran en el suelo, no mienten.
Autosuficientes: Reciclan en el parque de Colinas de Los Ruices (porque no es excusa que no haya la infraestructura), comienzan a sembrar lo que comen y a usar vermicompost, reforestan el Ávila cada vez que se quema, rescatan animalitos de la calle, donan alimentos.
Mi sueño es vernos así…pueblo puro, franelas multicolor, juntos exigiendo lo correcto desde el conocimiento. Sin odio...sin consignas que nos alejen entre nosotros porque unidos tenemos el poder ABSOLUTO.
Todas estos ejemplos vienen de personas que conozco, trabajadores silenciosos con causas específicas, completos desconocidos para todos,
que encuentran en su conciencia limpia el único reconocimiento que necesitan.
Entre ellos hay ambos, chavistas y opositores.
¿Pueden visualizar a las etiquetas desaparecer?
Mi sueño es vernos así…pueblo puro, franelas multicolor, juntos exigiendo lo correcto desde el conocimiento. Sin odio...sin consignas que nos alejen entre nosotros porque unidos tenemos el poder ABSOLUTO.
Seamos entonces masivos, específicos, creativos, diferentes, insistentes.
El tiempo de los extremistas se terminó. Nuestras acciones nos definen, no nuestras etiquetas. Mientras todos tengamos la oportunidad de demostrar de que estamos hechos…ningún mal es irreparable.
Sé que por ahora, y por un buen rato, toca salir a protestar por alimento, por la vida y la muerte…pero sueño con el día cuando de exigencia en exigencia, hayamos construido el país que soñamos…y así, nos quede tiempo para unirnos a otros países, que desde ahora protestan por otras cosas más específicas…como salvar el Amazonas, limpiar nuestros ríos (han visto fotos de donde desemboca el Guaire?), salud pública animal, la legalización del matrimonio gay...otras legalizaciones.
Solange
***
Sé que por ahora, y por un buen rato, toca salir a protestar por alimento, por la vida y la muerte…pero sueño con el día cuando de exigencia en exigencia, hayamos construido el país que soñamos…y así, nos quede tiempo para unirnos a otros países, que desde ahora protestan por otras cosas más específicas…como salvar el Amazonas, limpiar nuestros ríos (han visto fotos de donde desemboca el Guaire?), salud pública animal, la legalización del matrimonio gay...otras legalizaciones.
Solange